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CIUDADELA ECOLÓGICA
Salmo 103, 19
“El Señor ha fijado su trono en los cielos y su realeza todo lo domina”.
“El Señor ha fijado su trono en los cielos y su realeza todo lo domina”.
Salmo 103, 22
“Bendigan al Señor todas sus obras, en todos los lugares de su dominio. ¡Bendice, alma mía, al
Señor”.
“Bendigan al Señor todas sus obras, en todos los lugares de su dominio. ¡Bendice, alma mía, al
Señor”.
Salmo 145, 3
“Grande es el Señor y muy digno de alabanza: su grandeza es insondable”.
“Grande es el Señor y muy digno de alabanza: su grandeza es insondable”.
Salmo 97, 1
“El Señor reina! Alégrese la tierra, regocíjense las islas incontables”.
“El Señor reina! Alégrese la tierra, regocíjense las islas incontables”.
Salmo 98, 4
“Aclame al Señor toda la tierra, prorrumpan en cantos jubilosos”.
“Aclame al Señor toda la tierra, prorrumpan en cantos jubilosos”.
Salmo 100, 3
“Reconozcan que el Señor es Dios: él nos hizo y a él pertenecemos; somos su pueblo y ovejas
de su rebaño”.
“Reconozcan que el Señor es Dios: él nos hizo y a él pertenecemos; somos su pueblo y ovejas
de su rebaño”.
Salmo 138, 8
“El Señor lo hará todo por mí. Señor, tu amor es eterno, no abandones la obra de tus manos”.
“El Señor lo hará todo por mí. Señor, tu amor es eterno, no abandones la obra de tus manos”.
Salmo 8, 2
“Señor, nuestro Dios, qué admirable es tu Nombre en toda la tierra”.
“Señor, nuestro Dios, qué admirable es tu Nombre en toda la tierra”.
Salmo 121, 1-2
Levanto mis ojos a las montañas: ¿de dónde me vendrá la ayuda? La ayuda me viene del
Señor, que hizo el cielo y la tierra.
Levanto mis ojos a las montañas: ¿de dónde me vendrá la ayuda? La ayuda me viene del
Señor, que hizo el cielo y la tierra.
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